- Por ti.
+ ¿Me sigues queriendo?
- No hijo, lloro porque me das pena ,
pena de lo ridiculo que eres, pena de que con la edad que tengas vayas de falso,
pena de que no seas capaz de afrontar la realidad; la realidad de que eres un cabrón ,
la realidad de que no vas a ser capaz de querer a nadie.
+ Bueno, yo seré lo que tú quieras, pero a este cabrón lo quieres...
- A este cabron lo querré, pero a ese cabrón voy a ser capaz de olvidarlo,
+ Bueno, yo seré lo que tú quieras, pero a este cabrón lo quieres...
- A este cabron lo querré, pero a ese cabrón voy a ser capaz de olvidarlo,
porque ese cabrón no vale nada. No vale nada porque jamás me a querido...
+ ¡Si que te he querido!
- Entonces, no hubieras dejado que hubiera llorado ni una sola vez por ti . . .
+ ¡Si que te he querido!
- Entonces, no hubieras dejado que hubiera llorado ni una sola vez por ti . . .